martes, 30 de junio de 2009

De Grana Y Oro











Miradle ahí, de pie junto a su miedo, inmóvil, inexpresivo y nervioso pero siempre sereno con la mirada perdida y su torso cubierto en seda y compromiso, con todos y uno mismo, con los suyos y sus enemigos.

De grana y oro hoy ha venido, decidido a ofrecer su propia existencia a cambio de de un olé en el tendido celestial. Miradle ahí, en el albero de la vida y la muerte, con las zapatillas fijas a la arena y la mirada fija en los ojos negros de aquel mítico burel, de sangre y pasión, como la vida misma, de llanto y dolor como el amor, de gloria como la eternidad, con dos agujas de temor y reverencia, como la misma muerte.

Miradle ahí, con torva faz, de negro y sangre, miradle de nuevo a aquel temible burel, buscando herir o sobrevivir, inmolarse con algo de dignidad, miradle ahí, con su casta brava a cuestas y la sangre hirviendo en sus venas.

Miradlos ahora en la danza interminable, en el arte efímero, majestuosa sincronía, lírica sinfonía de sentimiento y arrebato gitano, del amor y la pasión, la entrega y el valor, haciendo de un segundo una eternidad, deteniendo el tiempo con singular facilidad, pintando con tela roja una obra de arte a cada muletazo, dejando la vida en cada trazo.

Miradlos ahí ahora a ambos, hombre y burel, creando, citando, templando y mandando, muriendo y matando.
Miradlos de nuevo, naciendo a la inmortalidad.

1 comentario:

labatterie dijo...

pintando con tela roja una obra de arte a cada muletazo dejando la vida en cada trazo.